La variedad de emprendimientos es infinita. Cada uno tiene una naturaleza única y recorre su propio camino. No hay dos iguales. Hoy, particularmente, queremos enfocarnos en el conocimiento científico aplicado a emprendimientos, un aspecto muy interesante del ecosistema emprendedor.
El mundo emprendedor y el mundo científico se vinculan constantemente. Las ciencias buscan echar luz sobre distintas interrogantes y los emprendimientos, muchas veces, funcionan como medios para desarrollar soluciones innovadoras que, naturalmente, tienen origen en el conocimiento y la ciencia.
Deborah Szwedzki (MBA) es mentora en el CIE BIO del Centro Biotecnológico de Investigación e Innovación (CBI+I) y gestora de proyectos en CBII y en el CIE de ORT. Desde su rol, Deborah dice que "en ORT se fomenta a los estudiantes para que encuentren un espacio de desarrollo generando sus propios emprendimientos: a través de la currícula, con materias que vinculan la ciencia y los negocios, y con el apoyo de iniciativas emprendedoras por parte del CIE ORT".
Con respecto al trabajo específico que se realiza en el CBI+I, Deborah cuenta que "se brinda apoyo científico e infraestructura para prototipar, en un área con gran potencial: la biotecnología". El camino -que va desde el desarrollo de prototipos, patentamiento, contactos con inversores, científicos y organizaciones del ecosistema emprendedor- "redunda en aprendizajes muy valiosos para quienes eligen el emprendimiento científico como espacio de desarrollo", asegura Deborah.
Un camino con grandes desafíos
Si bien el recorrido de los emprendedores en el mundo científico es gratificante, conlleva grandes desafíos: "Hay desafíos que tienen que ver con el perfil de los equipos emprendedores y hay otros que tienen que ver con el entorno en el que se desarrollan", dice Deborah.
En el primer caso, Deborah explica que "los emprendedores deben pasar de priorizar los hallazgos de la investigación a priorizar el desafío a resolver porque no siempre los hallazgos son aplicables, y aunque lo sean, no siempre están del todo enfocados a una solución que pueda dar lugar a negocios sostenibles económicamente". Por eso, para ella, es fundamental contar con equipos diversos, que aporten miradas complementarias.
En cuanto a los desafíos del entorno, los emprendedores de base científica necesitan más recursos, explica la mentora del CIE BIO: "Dependiendo del área de conocimiento, se puede requerir de infraestructura de laboratorio, equipamiento y materiales", ejemplifica.
Además, este tipo de emprendimientos suelen alcanzar resultados de forma más lenta: "Los países que han logrado mejores resultados en este rubro, incentivan la inversión privada y tienen un ecosistema que reconoce que estos emprendimientos necesitan más financiamiento y tiempos de desarrollo más largos", dice Deborah.
¿Qué emprendimientos con base científica se promueven en ORT?
Todos los días en ORT se impulsan emprendimientos con distintas características; entre ellos, los emprendimientos con base científica. En el marco del Día Mundial del Emprendedor, queremos compartir dos de ellos:
Mi Huella: un proyecto que lucha contra el cambio climático
Mi Huella es un proyecto desarrollado en conjunto por el CBI+I, el CIE ORT y DESEM Jóvenes Emprendedores, que cuenta con apoyo de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y está dirigido a estudiantes y jóvenes de entre 17 y 29 años. El proyecto busca sensibilizar a las personas como protagonistas del cambio climático y formar a jóvenes a través del taller "El ABC de la huella de carbono".
Este taller está diseñado con el objetivo de que los jóvenes adquieran herramientas para aplicar de forma inmediata, tanto en sus acciones cotidianas, como colectivas: se profundiza en los desafíos ambientales globales, en la huella de carbono como indicador ambiental y se analiza el ciclo de vida como herramienta de trazabilidad. Además, se toma en cuenta la importancia de los indicadores para lograr negocios sostenibles.
Desafío Bioimpacta
El Desafío Bioimpacta propone una nueva manera de contactar a la comunidad científica, el sector empresarial y las instituciones de apoyo, con los desafíos en salud humana, animal y ambiental vinculados a la matriz productiva nacional. Está compuesto por un Taller de Comunicación -para estudiantes de grado y postgrado- y meetups en bares, que son encuentros inspiradores en un ambiente distendido.
A través de este proyecto se busca sensibilizar en torno a tres ejes: el conocimiento científico como herramienta para la creación de soluciones con impacto, el valor emprendedor para implementar soluciones y el rol de un ecosistema que apoye a las iniciativas de esta naturaleza.
El Desafío Bioimpacta es llevado adelante por el CBI+I, el CIE ORT, Incubadora Ingenio (LATU), Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, Fundación Marco Podestá (Facultad de Veterinaria – Universidad de la República), KhemBio y el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA). Además, cuenta con el apoyo de ANDE en el marco del programa de fomento de cultura emprendedora, de Biko Uruguay y Mercado Ferrando.