
Ver productos propios lanzados o triunfando en mercados internacionales, es el sueño de todo emprendedor.
Hoy, la digitalización, el comercio electrónico y los acuerdos internacionales han permitido que incluso los emprendimientos más pequeños puedan competir en escenarios globales y tener mayores oportunidades de crecimiento.
Se necesita planificación, investigación del mercado y adaptación cultural.
Para dar el salto a la internacionalización de un emprendimiento, se requiere más que determinación.
Paso 1: Diagnóstico interno
Antes de empezar a idealizar el futuro con nuevos mercados en el exterior, es fundamental evaluar la madurez y la capacidad interna de un negocio para expandirse.
Algunas preguntas clave que todo emprendedor debería responder incluyen:
- ¿El modelo de negocio es escalable a otros países?
- ¿Se cuenta con una estructura operativa capaz de soportar mayores volúmenes de ventas o nuevos canales de distribución?
- ¿El producto o servicio tiene ventajas competitivas que puedan destacarse en un mercado extranjero?
Llevar a cabo un diagnóstico sólido permite identificar fortalezas y debilidades, además de establecer una ruta realista con estrategias para alcanzar los objetivos de internacionalización.

Por ejemplo, una startup tecnológica puede tener un producto fácilmente exportable digitalmente, mientras que una marca de alimentos deberá enfrentarse a barreras logísticas y regulatorias más complejas.
Comprender desde el inicio qué tan preparado está un emprendimiento facilita la toma de decisiones para priorizar recursos, reducir riesgos y establecer un plan alineado con la visión y las posibilidades reales del negocio.
Paso 2: Estudiar el mercado
La investigación de mercado es el pilar de toda estrategia de expansión internacional. No es suficiente saber que existen consumidores en otros países, sino que es fundamental comprender cómo piensan, qué valoran y cómo toman decisiones de compra.
Según el informe PwC Global Consumer Insights 2023, los consumidores de diversos países están adoptando cada vez más modelos de venta directa al consumidor (D2C), valorando autenticidad, conectividad digital y experiencias personalizadas.
Cada país posee sus propios aspectos culturales, económicos y sociales, lo que hace que las estrategias efectivas en un contexto puedan no funcionar en otro.
Por eso, el estudio del mercado no solo debe enfocarse en datos cuantitativos, sino también en cualitativos.
- Análisis del entorno macroeconómico: Incluye indicadores de crecimiento, inflación, estabilidad política y apertura comercial.
- Evaluación del sector o industria: Permite identificar el nivel de competencia, la presencia de actores locales y las oportunidades de diferenciación.
- Perfil y comportamiento del consumidor: Abarca hábitos de consumo, preferencias culturales, canales de compra más utilizados y factores de fidelización.
- Barreras de entrada y regulaciones específicas: Examina restricciones legales, requisitos de importación o normativas que puedan afectar la operación.
- Canales de distribución y comunicación: Analiza las plataformas más efectivas para llegar al público objetivo, tanto en entornos digitales como presenciales.
- Tendencias locales y globales: Detectar movimientos relacionados con la sostenibilidad, tecnología o consumo responsable puede abrir ventajas competitivas.

Una investigación de mercado bien desarrollada puede proporcionar información estratégica sobre el contexto económico y cultural del país, además de reducir la incertidumbre de ingresar en territorios desconocidos.
Paso 3: Comprender el marco legal
Uno de los errores más comunes en los procesos de expansión internacional es subestimar la complejidad del entorno legal.
Cada país tiene su propio sistema regulatorio, impositivo y aduanero, y no respetarlo puede generar sanciones o incluso impedir la operación del negocio.
Estructura legal y constitución de la empresa
Definir la modalidad en el nuevo mercado es un paso estratégico. La operación puede realizarse mediante exportación directa, filial, sociedad local, joint venture o alianza comercial.
Cada alternativa implica diferentes niveles de control, obligaciones tributarias y requerimientos administrativos.
En esta etapa, suele ser recomendable recurrir al asesoramiento de especialistas en derecho internacional, con el fin de identificar el modelo más adecuado para el negocio.
Normativas sectoriales
Los marcos regulatorios son diferentes según la naturaleza de la actividad. Algunos sectores, como el alimenticio, farmacéutico o cosmético, exigen certificaciones sanitarias y controles de calidad.

Por otro lado, las industrias tecnológicas, financieras o creativas deben cumplir reglamentos de ciberseguridad, licencias específicas o normativas de protección de datos. Comprender estas exigencias permite adaptar productos, procesos y documentación a las regulaciones locales antes del lanzamiento.
Propiedad intelectual y registro de marca
La protección de la propiedad intelectual constituye un elemento central en la internacionalización de un emprendimiento.
Es indispensble registrar la marca, los diseños y otros activos en cada país de destino.
Esto evita la aparición de conflictos legales y resguarda el valor del negocio.
Aspectos fiscales y tributarios
El entorno fiscal es otro factor decisivo en la expansión.
Los países aplican distintos impuestos sobre importaciones, utilidades, ventas o servicios digitales, lo que requiere un análisis previo de los tratados de doble imposición, los regímenes de IVA y las tasas aduaneras.

Un enfoque contable y financiero adaptado al marco local contribuye a la sostenibilidad económica del proyecto y evita problemas legales.
Paso 4: Definir entrada al mercado
Una vez comprendido el marco legal, llega el momento de elegir cómo ingresar al nuevo mercado. Lejos de poseer una fórmula única, este proceso puede considerarse de diversas maneras según distintos factores.
Según un artículo de Forbes, las empresas deben evaluar cuidadosamente las distintas estrategias de entrada al mercado internacional, considerando recursos disponibles, complejidad del mercado y objetivos de control.
La selección de la vía adecuada es clave para reducir riesgos y maximizar las oportunidades de crecimiento.
Algunas estrategias comunes de entrada son:
- Exportación directa: Ideal para emprendimientos que desean probar el mercado sin una gran inversión inicial. Permite vender a distribuidores o minoristas locales.
- Alianzas estratégicas o joint ventures: Asociarse con un socio local brinda acceso inmediato a su red de contactos, conocimiento cultural y estructura legal.
- Licenciamiento o franquicia: Si una marca tiene un modelo probado, puede expandirse mediante franquicias o licencias, reduciendo el riesgo financiero.
- Establecimiento de una filial o subsidiaria: Requiere más inversión, pero otorga control total sobre la marca, precios y atención al cliente.
Al definir la estrategia de entrada al nuevo mercado, se deben considerar factores como la capacidad de adaptación del producto o servicio a las preferencias locales, costos logísticos y de distribución, niveles de riesgo político o económico y grado de control sobre la gestión y la reputación de marca.
https://youtu.be/7yS-mB8BmI4?si=VBA-Ck1O0QwhvLvn
En última instancia, esta elección debe alinearse con los objetivos estratégicos y la identidad del emprendimiento, para así garantizar una expansión internacional sostenible y escalable en el tiempo.
Paso 5: Adaptar la estrategia de comunicación
En los procesos de internacionalización, la comunicación juega un papel decisivo.
No se trata de traducir de manera literal a un nuevo idioma, sino de adaptar la identidad de la marca a nuevos contextos culturales y sociales.
Mientras una estrategia puede ser eficaz en un mercado, al mismo tiempo puede resultar insuficiente en otro diferente.
Las diferencias en idioma, valores, hábitos de consumo y códigos culturales influyen directamente en la manera en que las audiencias perciben un producto o marca.
El mercado brasileño
Dentro de América Latina, Brasil representa uno de los mercados más dinámicos y particulares. Su tamaño, diversidad y capacidad de consumo lo convierten en un punto estratégico para los emprendimientos que buscan consolidar su presencia internacional.

Sin embargo, ingresar en Brasil requiere mucho más que traducir materiales de marketing. Implica entender la identidad brasileña.
- Idioma y tono: El portugués brasileño tiene expresiones propias. Es recomendable contratar traductores o copywriters nativos para adaptar el contenido.
- Estrategia digital: Los brasileños pasan gran parte de su tiempo en redes sociales, especialmente Instagram, WhatsApp, TikTok y LinkedIn. La creación de comunidades digitales y la colaboración con creadores de contenido locales puede impulsar la visibilidad.
- Métodos de pago: Incluir opciones locales como PIX, Boleto Bancário o tarjetas nacionales mejora la tasa de conversión en e-commerce y transmite confianza, haciendo que la experiencia de compra sea más fluida.
- Calendario de campañas: Adapta promociones a fechas locales relevantes, como el Carnaval, Día de la Madre o el Black Friday brasileño.
- Diversidad regional y cultural: Brasil no es un mercado homogéneo. Las preferencias, los hábitos de consumo y las condiciones socioeconómicas varían entre regiones.
El informe Digital 2025: Brazil elaborado por DataReportal revela que más del 80 % de la población brasileña utiliza activamente redes sociales, lo que posiciona al país como uno de los mercados digitales más grandes del mundo.
No se trata solo de vender un producto, sino de integrarse en la vida cotidiana de los consumidores.
Estos factores muestran que el éxito de una marca extranjera en Brasil depende tanto de su capacidad para ofrecer valor real como de su sensibilidad cultural.
La internacionalización es un proceso de aprendizaje, junto con la oportunidad de adaptación y crecimiento. Significa abrirse a nuevas culturas, asumir riesgos, y desarrollar una mentalidad global.
Brasil y otros mercados en todo el mundo ofrecen grandes oportunidades de expansión, especialmente para negocios innovadores, sostenibles y digitales. Sin embargo, el éxito depende de una buena preparación, una comprensión del contexto local y una estrategia correctamente desarrollada.

Como emprendedor, el reto está en construir un negocio capaz de adaptar su propuesta a distintas culturas sin perder su identidad, ajustando la estrategia y objetivos a las realidades y expectativas de cada país.
Hoy, cruzar fronteras no es solo posible, sino una necesidad para quienes sueñan con dejar su huella global.
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